Madres: Feliz día!

Todos sabemos que este es un día que no puede pasar desapercibido. Los restaurantes se llenan, se venden ramos y ramos de flores, cajas de chocolates, perfumes, carteras. Otros un poco más prácticos, para no utilizar palabras indebidas, aprovechan las promociones para actualizar la batería de ollas de la casa o algún juego de electrodomésticos que ya está fallando.

Mediocridad, machismo y consumismo es lo que reina en días como estos, cuando brotan familiares desaparecidos en visitas inesperadas para felicitar a la abuela y sacarles un plato de comida, hijos que no llaman nunca hoy son los que más aman –  hasta regalan celulares para fingir que estarán más presentes. Madres olvidadas, pero bien vestidas para la ocasión, con regalos que no llenan el vacío que ha producido la indiferencia y el abandono al que han sido sometidas después de haber dado tanto.

Hoy fuimos a misa en familia y salimos a almorzar, nada distinto a cualquier otro fin de semana, lo hizo verdaderamente especial poder estar juntos. No fuimos super producidos ni maquillados, nada de pompa, ni etiquetas rebuscadas. Así como somos: jeans y sueters, relajados, echando broma y recordando momentos de la infancia. Ser buen hijo es la mejor forma de homenajear a nuestras madres, no solo durante el día en que el comercio pone su nombre en el calendario, sino todos los días, toda la vida.

Madre hay solo una, y como ella ninguna. Es tan grande que no alcanza a explicarse con palabras. Para mí, son valentía, entrega, sacrificio y amor. Son VIDA.

De niña, veía a mi madre como protección, ese ser que me cuida y da seguridad, un refugio. Una mujer más parecida a un héroe. Capaz de todo. Las presumimos, decimos a todos que es la mejor mamá del mundo. Queremos ser como ellas, imitamos sus gestos, nos ponemos sus tacones y hasta nos pintamos los labios al espejo tal como lo hacen ellas. Después de los doce, cuando nos hacemos mayorcitos, mamá parece significar, paradójicamente, enemiga:  esa señora cantaletuda que no tiene más que regaños y ordenes, que nos hace pasar vergüenza frente a los amigos. Queremos cambiarla por otra, una más complaciente y generosa, una como la del vecino que lo deja salir hasta tarde, que le compra lo que está de moda sin importar cuanto cueste, que no te obligue a ordenar la habitación antes de ir al colegio, una que no se meta en tu vida, que no opine.

Solo los años enseñan que fui yo quien se metió en su vida y que ella eligió acogerme. Hoy mi madre es un modelo a seguir, mi inspiración y no tengo para ella sino amor, gratitud infinita, porque hizo lo que nadie habría hecho ni hará nunca por mí. Porque me dio la vida, su entrega es inagotable y siempre está presente. Agradezco hoy todas sus enseñanzas, la disciplina que impuso en los años que más se necesitaron, su compañía, consejos y sabiduría. Doy gracias a Dios por ella, porque me eligió a mi antes que a ella misma, porque renunció a todo para darme tanto y muchísimo de lo que soy se lo debo a ella.

No hay madre perfecta. Ser madre no incluye un manual de instrucciones, sino que es un curso intensivo que van tomando con su vida, los años y las experiencias. Me siento feliz por la madre que me tocó y sé que en mucho me parezco a ella.  Nuestro compartir hoy es más profundo, maduro, nos escuchamos y aconsejamos. Nos aprendemos mutuamente. Con el tiempo también los hijos podemos enseñar a los padres. Nuestra relación es fuerte y viva. No voy a decir que mi madre es mi amiga, nunca lo fue ni lo será, no me atrevo a rebajarla a un sustantivo distinto, pero sabemos que tenemos una conexión más fuerte, una que no experimentamos antes, sino que la produce la presencia, aun en la distancia, la madurez y todo lo vivido.

Demos gracias a Dios por nuestras madres. Comprometámonos a ser mejores hijos, hijos 24/7. Hoy todos pondremos fotos con ellas, habrá lluvia de likes y comentarios, palabras dedicadas a su existencia (como este blog), pero se es hijo todos los días y así como ellas honran su titulo a diario, a nosotros nos toca también ser los mejores hijos que la vida pudo darles jamás.

FELIZ DÍA DE LAS MADRES.

Abrazos,

Kathe




Una respuesta a “Madres: Feliz día!”

  1. El mejor regalo para el amor de tu vida es un hermoso Ramo de Flores, con flores de alta calidad.

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