Mayo, mes de la salud mental

Quiero retomar la escritura con un tema que me estuvo dando vueltas por semanas pero no estaba segura de cómo plasmar aquí porque pienso que debe ser abordado de forma adecuada, idealmente por un profesional de la salud, pero debido que Mayo es el mes de la concientización de la salud mental quise dejar esta nota, que más que una guía o una entrada médica es la narración de una experiencia personal que puede servirle, al menos, a una persona en el mundo.

Crecí con poca educación en salud mental, en mi familia se daba poco crédito a los psicólogos. Al parecer las situaciones que ellos atienden podíamos resolverlas con igual o mejor resultado a través de reforzar nuestra confianza y autoestima, el dialogo o la religión. Afortunadamente, con el paso de los años desaprendí algunas creencias y la vida me enseñó que si los necesitamos, que es bueno alzar la mano cuando necesitamos ayuda, y que al igual que con un dolor de muela, las citas anuales obligadas o exámenes de rutina, atender la salud mental es igual de importante, y necesario.

No soy asidua a la terapia, no soy una paciente constante o recurrente, más bien levanto el teléfono y le lloro a mi psicóloga cuando siento que no puedo más, cuando parece que mi pequeño metro cuadrado se desmorona. Cuando después de retener todo, acumular incomodidades, angustias, molestias o dudas, estoy cerca de explotar y quiero retener cualquier daño colateral.

Me siento afortunada de haber encontrado espacios donde se desmitifica la terapia, y conocer personas que enseñan y hablan con naturalidad de la misma. Tener amigos que acuden a ella y que al contar su experiencia hacen que se sienta como algo normal. Distinto a lo que pensé por un tiempo, no estás dañado o roto, no estás loco – que en retrospectiva, encuentro como una expresión denigrante y ofensiva, hasta irrespetuosa. Además, con los años de vida adulta y algo de reflexión, sé que si no lo abordo puedo tender a la depresión. Toda esa conciencia ambiente-vida-realidad-genética me han hecho más abierta y cómoda a ponerlo en mi agenda.

Una analogía linda que usamos hace poco, y con la cual le expresé mi terapeuta el miedo a distanciarme nuevamente de nuestra hora de platica es «ser mi bastón». Eso es para mi la terapia, una ayuda cuando siento que no puedo caminar sola, cuando sufro una lesión que me impide avanzar. Después de varios años sin mi tribu de soporte, con pocos amigos y lejos de aquellos en quienes pudiese conseguir un abrazo de animo, la terapia se convierte en un oasis, el lugar donde gano contexto, respiro, lloro, desahogo, descargo, reflexiono, gano horizonte, me fortalezco, me cuestiono, abro la puerta a la curiosidad, me escucho, reaprendo, me rio, y avanzo de nuevo con seguridad y confianza en mi y en quienes me rodean.


El espectro de todo lo que aborda la salud mental es enorme, pues conlleva muchísimas condiciones – imposibles de cubrir aquí.

Hoy solo quiero que sepas que no estás solo, que estamos juntos en esto.

Después de dos años tan fuertes debido a la pandemia, a las perdidas que nos trajo el Covid, a probarnos tan vulnerables, en aislamiento y soledad, ha sido uno de los periodo más adversos que muchos hemos vivido, y no estamos exentos del impacto.

Quiero invitarte a que busques – si lo necesitas – un espacio de ayuda con un profesional que te haga sentir cómodo y en quien puedas encontrar un soporte para seguir avanzando. No podemos subestimar cuan importante es esto, no encuentro siquiera las palabras para explicarlo. Es mejor no esperar el limite. No sabemos que pueda detonar una crisis o un sentimiento tan intenso más complejo de abordar. Es curioso como mi ultima serie la detonó un libro, algo que puede parecer tan inofensivo, algo que uso todos los días, mi hobbie… ese fue mi gatillo. Pero no fue el libro, era todo lo que estaba reteniendo y que este sólo vino a remover.

No hay nada mal en ti. Se vale sentir lo que se siente, se vale querer tirar la toalla a veces. Se vale sentir que no hay salida, que todo se pone difícil. Se vale. Lo bueno es saber que hay alguien dispuesto a escucharte, a ayudarte a navegar ese camino con nueva luz. En compañía. Tenemos las herramientas, solo hay que recordar cómo usarlas. Estamos juntos en esto y podemos superarlo!


Te invito a conocer más aquí!




2 respuestas a “Mayo, mes de la salud mental”

  1. ¡Que bueno volver a leerte!

    Le gusta a 1 persona

    1. Avatar de katheberdugor
      katheberdugor

      Gracias!!! Si estaba algo enredada pero ya volvimos!

      Me gusta


Replica a katheberdugor Cancelar la respuesta