Kathe Berdugo

¿Habías escuchado antes hablar de “Mudita”?  Es un término en sánscrito que resume el sentimiento de sentir alegría empática. Yo no sabía que había una palabra para describirlo hasta que vi un video en IG de Jay Shetty que me hizo reflexionar.

Jay Shetty, es un influencer que sigo hace un par de semanas, porque una amiga me lo recomendó junto con otros expertos de coaching, astrología y yoga que a ella le gusta escuchar. Me mencionó varios para sentirnos inspiradas y motivadas. Es gente de esa que dices tienen un aura pura, que irradian energía positiva, que contagia cosas buenas, con las que daría gusto sentarse a tomar un café y aprender nuevas formas de ver y vivir la vida.

Mudita (मुदिता) según Wikipedia, es una alegría pura no influenciada por el interés propio. Es la alegría que sientes cuando ves que a las personas a tu alrededor les pasan cosas buenas, les va bien, son exitosas, triunfan, son felices. Es sentirse contento por los logros de otros, es aceptar que a ellos les va bien, independientemente como la estamos pasando nosotros. Es un sentimiento opuesto a la envidia, está lejos del egoísmo y competencia.

Entonces, yo me preguntaba si había sentido alguna vez de esa manera y la respuesta es sí. Es más fácil experimentarlo con personas que aprecias, con amigos cercanos, aunque también puede pasar (en aquellos que están más cerca del cielo y la santidad) con quienes no amamos tanto.   

Creo en el equilibrio de la vida, creo que no siempre nos debe ir de maravillas a todos. No a la vez. La vida debe dar felicidad y bien a muchos e implica en ocasiones, periodos de calma y estabilidad en donde el Universo, Dios, o en quien quieras creer, se toma una pausa contigo para esparcir abundancia y bendiciones a los demás.

Jay, menciona en su video que vivimos comparándonos y nos preguntamos por qué eso no nos fue dado a nosotros. En lugar de preguntarnos, por qué no a mí, mejor ser agradecidos con aquello que ya hemos recibido. ¿Por qué no enumeramos mejor la interminable lista de favores con que hemos sido provistos? ¿Por qué creemos que los demás no son dignos de recibir? ¿Por qué somos tan egoístas al pensar que la vida es injusta o que otros tienen más suerte que nosotros?

El tiempo en que cada uno recibe es perfecto. Quizá no estamos listos para recibir eso que pedimos, quizá esperar un poco nos enseñe a valorar más. Quizá esperar sea el precio por recibir algo aún más grande de lo que hoy estamos pidiendo. Sea cual sea la razón, me gusta pensar que todos somos merecedores de recibir cosas buenas, y no todo pasa para todos en el mismo momento. Es como cuando de niños, mis padres nos llevaban al centro comercial, usualmente no nos compraban a todos a la vez, el día que había un par de zapatos nuevos o camisas para uno de mis hermanos, no había nada para mí, y me quejaba, renegaba. Mami, ¿por qué a ellos si y a mí no? Hoy entiendo que no se podía para todos a la vez, y así es en la vida, las provisiones son limitadas y debemos esperar con calma nuestro turno.

Les dejo el link al video de Jay y ojalá esta semana podamos practicar esta virtud que seguro nos ayuda a construir un mundo mejor.