Velia Vidal cargó en sus hombros la responsabilidad de abrir la primera edición del HAY FORUM Ciudad de Panamá, este 23 de enero, en La Manzana de Santa Ana. Le entregó a los asistentes una presentación impecable, alegre y reflexiva.

Vestida de verde, verde esperanza, porque cree en la lectura como herramienta de creación de nuevos mundos, para inspirar comunidades inclusivas y construir puentes.
En una hora de conversación, junto a Elisa Guerra, nos habló de su historia, de cómo desde niña vivió el racismo en su piel, de las personas que jugaron un papel clave en su animación a la lectura, de sus libros y de su labor hoy con MOTETE y FLECHO, dos espacios que procuran por la promoción de la lectura en el Chocó, una tierra olvidada por muchos, y más cercana a Panamá, como ella misma explicó, que a la misma Colombia.
Como si se tratará de una novela gráfica revivimos con Velia momentos de su historia, momentos que la han tallado hoy como una de las mujeres más influyentes del mundo.
Nos contó de la niña de 12 años que por primera vez vivió el racismo en la escuela, de la joven que vuelve a casa, compra un trampolín y cobra $1,000 pesos por quince minutos para ahorrar dinero que le guarda su abuela, de la mujer que va siendo reconocida por su trabajo con niños y por su labor en la biblioteca con la hora del cuento, de la soñadora que con poco dinero pero muchísima entrega, viaja y termina sus estudios para darle por entero a su comunidad.
Velia nos habla de la importancia de la lectura en niños y jovenes, pero sobre todo, de la responsabilidad de educar a los mediadores. El adulto facilitador debe conocer de literatura, identificar las buenas historias, debe transmitir el amor a la lectura con el ejemplo, desde la pasión misma, y de la relevancia de desarrollar el sentido critico.
Es una mujer comprometida con construir desde las oportunidades, no desde los obstáculos, nos habla de deselitizar la lectura, desarrollar la comprensión y fomentar relaciones horizontales.
Yo comparto su opinión. No estoy de acuerdo cuando se señala a alguien por el tipo de literatura que elige, nadie es más por leer clásicos o por la cantidad de libros que lee en un año. ¿De qué nos sirve sumar tantos libros en nuestro diario si no sabemos escucharnos, si nos discriminamos y no somos capaces de entablar diálogos que construyan sociedad?
La lectura cobra distintas formas, como Velia lo dice, podemos leer libros, pero también podemos leer paisajes, imágenes, cuerpos, gestos, rostros, incluso series de televisión. Cada quien elija lo que quiere leer, lo importante es que más allá de la elección, podamos construir sociedades más equitativas, con más oportunidades y crear espacios, como los que Velia lidera, para cerrar las brechas globales del aprendizaje hoy.



Para explorar: El autobús de Rosa

Explora la programación del Hay Forum y conoce a más mentes brillantes en conversaciones estimulantes.


Deja un comentario