Ya van seis meses. Seis meses vividos de una forma diferente.
Seis meses en los que cada uno ha librado sus propias batallas.
Seis meses que creímos serían dos o tres y ya se han consumido medio año y casi todo nuestro tanque de energía.
Seis meses que nos han puesto a prueba emocional y mentalmente, en los que hemos aprendido que la salud es primordial y que no la compra toda la fortuna.
Meses de descalabros en nuestros gobiernos, donde la corrupción sacó ventaja al aislamiento y se ha vestido de rata para hacer de las suyas – como tantas otras veces.
Seis meses en los que hemos aprendido que nos define lo que somos por dentro. Somos nuestra entereza, resiliencia y motivaciones. Somos la capacidad de sobreponernos y de mantener la vista puesta en nuestros propósitos más nobles.
Seis meses de duelo para quienes han perdido a sus seres queridos, empleos o se han fragmentado sus hogares. De reencuentro con quienes creíamos dejarían este mundo. Meses de separación física y unidad espiritual. Seis meses de perdón, reconciliación y redirección.
Yo encuentro que este ha sido un tiempo de compasión y empatía con mi yo interior. Ese que me habla desde su inseguridad de lo que no he logrado, que me reclama por «poner la vida en pausa» y me engaña haciéndome creer que fue un año que frustró mis planes. Pero elijo ver seis meses de victoria, victoria porque estamos aquí leyendo esto y no nos falta la vida.
Para otros ha sido, un periodo de nuevas y mejores oportunidades, ha sido el impulso para realizar aquello que tanto deseaban pero habían aplazado debajo de mil excusas. Podemos etiquetar este año de cualquier modo, menos pausa, porque nos seguimos moviendo.
Seis meses donde la estabilidad se ha convertido en incertidumbre. Seis meses de resguardo o encierro, dependiendo el ángulo que elijas observar. Seis meses de encuentro e introspección. Seis meses, aunque no lo creas, de cambio. Por fuera puede seamos los mismos, pero sin dudar, algo ha cambiado dentro, han sido sin temor a equivocarme, seis meses que nos han modificado en alguna medida. Dentro de mi y de ti hay algo nuevo o distinto.
La vida no está en pausa, la vida sigue. Y aunque dé la apariencia de parálisis, crisis y oscuridad cada uno dibuja lo que ve: oportunidades, frustraciones, gratitud, cambio, adaptación, miedo, desesperanza, motivaciones.


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