Kathe Berdugo

¿Qué es lo que ha pasado? Parece que hemos cambiado el ritmo de las cosas. Parece que ya no nos tomamos nada con calma. Parece que a pesar de estar en casa, vivimos más cansados, más ocupados y somos más exigentes con nosotros mismos.

Quiero saber, ¿Por qué?, ¿Por qué es que no nos damos espacio para hacer una pausa?, ¿Por qué nos hemos convertido en máquinas trabajadoras, hemos hecho de los móviles nuestras manos y de las laptops nuestro pensar?, ¿Por qué hemos perdido el derecho a hacer la pausa del almuerzo?, ¿o tomarnos un café en calma viendo al horizonte?

¿Por qué si ya no gastamos tiempo en tráfico hemos instaurado en su reemplazo la misión de ahogarnos en mails y llamadas?, ¿Por qué trabajamos los fines de semana?, ¿Por qué parece que no podemos detenernos? Nuestras familias nos necesitan, nos quieren en la mesa desconectados del teléfono y conectados a sus corazones, con nuestra atención en pleno, escuchando sus historias, riendo con sus chistes. Nuestros hobbies claman a gritos que nos demos un espacio para nosotros mismos. Un descanso profundo. Un libro bien leído. Una canción. Una película en el sillón sin pensar en los pendientes de la semana ni recriminarnos por no adelantar algo de trabajo.

Que difícil se ha hecho desconectarnos.

¿Por qué nos hemos creído en tan solo dos meses que casa y oficina son lo mismo?

¿Qué ha pasado que se juzga a quien toma una pausa?

¿Qué ha pasado que todos nos creemos con derecho a marcar llamadas a cualquier hora y asumir que el otro está siempre disponible?

Y el que está soltero, ¿qué más puede hacer si no trabajar?

Y el que no tiene hijos, ¿qué más puede hacer si no trabajar? ahh, si no tiene más obligaciones… pero si es que está en casa, ¿Qué más da, verdad?

Y queremos todo inmediatamente. Y los deadlines son de ya para ya. Con suerte, tendremos tiempo de responder al día siguiente.

¿Por qué parece que todo aumentó el ritmo?, ¿Por qué parece que todo se juzga más a la ligera?, ¿Por qué me parece que ya no se permite decir «estoy cansado(a)» ? ahh, ¿Acaso estar en casa significa ahora vacaciones?

Pausa, es lo que me digo a mi misma. Pausa y respira. Pausa y descansa. Intento. Pausa que el cuerpo se agota, la mente se embota y las energías se drenan. Pausa, recupera el ritmo. No te exijas de más todo el tiempo. Pausa. Descansa. Pausa, el cuerpo nos cobra las cuentas mañana. Pausa o enfermas. Pausa.

Y parece que si «no hacemos nada» estamos desperdiciando la vida. Parece que si no estamos aprendiendo algo nuevo… si no estamos mostrando a los demás cuán provechoso fue nuestro fin de semana, hemos fracaso como personas, indolentes y desagradecidas de las horas disponibles.

Parece que hay que entrenarse en ser mejores. Parece que cuando la pandemia acabe todos saldremos a la calle con los logros alcanzados, con títulos, cursos, libros leídos. Parece que darnos el derecho de vaciarnos un momento con una serie tonta o una comedia de las más ridículas se nos condena. Parece que aun en casa debemos lucir perfectos, maquillados, siempre radiantes…

Pausa, desacelera.

Ya es mi décima semana en cuarentena. Encerrada. He sido responsable. Pero reconozco que ya quiero salir. Necesito caminar, necesito el aire libre, la frescura de la brisa en el malecón de la bahía, necesito separarme, desconectarme. Quiero poder apagar el teléfono, desconectar la PC, olvidarme del correo electrónico. Necesito simpleza. Quiero mi libertad. Porque son más de dos meses ya en donde no soy libre. Responsable si, pero no libre. Limitaron nuestra libertad porque no sabemos ser responsables. Esa es la realidad de nuestra sociedad.

Necesito pausar, desacelerar.

Cuando esto acabe no quiero ir al mall. No quiero estar donde esté la gente. No me esperanza ir a comer a mi lugar preferido. NO! No quiero nada de eso. Quiero poder caminar, ver los barcos navegar, el sol poniéndose al atardecer, el mar, la bruma y el olor de su sal. Y nada, no tomar fotos, no postearlo en ninguna red social, solo grabarlo en mi mente como el primer atardecer fuera de casa despues de varios meses. En pausa. Sin prisas.

Desacelera.