Jon Lee Anderson es un grandioso periodista estadounidense, conocedor de la realidad geopolítica internacional, con especial énfasis en la latinoamericana. Sus escritos e investigaciones se centran en la política, el conflicto y las guerras.

El diálogo en el marco del Hay Forum Ciudad de Panamá se centró en los retos del periodismo investigativo, del que algunos dicen está en decadencia por el afán de los nuevos modelos de negocio de los medios de comunicación, el internet y el pseudo-periodismo de los últimos años donde la información es chatarra, el rey es la noticia falsa y el lector no se concentra más allá de dos lineas de texto.
Sin embargo, si aún existen periodistas como Anderson es porque tenemos como sociedad sed de verdad. De un periodismo más justo y que intenta ser más neutral.
En su conversación con Amalia Aguilar nos contó de su proceso de investigación y escritura, que toma en total unas 10 semanas. Semanas en las que se vuelca por completo a producir el material de campo y luego a hilar las ideas, el proceso de edición y revisión hasta la publicación final.
Él piensa que quien quiera una vida fácil no puede dedicarse al periodismo investigativo, y en contraposición a lo que decía Gabo, que este es el mejor oficio del mundo, está lejos de serlo. Anderson, ha visto caer con los años a colegas en conflicto, o como objetivo político en favor de decir la verdad. Él mismo se ha visto en riesgo por su trabajo, por lo que sabe en su piel que no es color rosa.
Para él, los periodistas son, o deben ser, los guardianes de democracia, y más allá de la ideología política o corriente de pensamiento (que él trata de no volcar en sus investigaciones) pasan a ser la conciencia del pueblo, para analizar con pensamiento critico las situaciones actuales, la divulgación honesta, la verdad a la luz.
Habló de la ética del periodista y del periodismo que más bien pasa por espionaje sirviendo a interés de otros. El verdadero trabajo debe ser critico no ingenuo, para descubrir si algo es noticia o solo sirve a conveniencia de una fuerza mayor. No todo debe contarse, también dice Anderson.
Por años, he visto a Jon Lee participar de estos espacios y está siempre abierto a nuevos escenarios donde se pueda contar historias. Se le queda mucha tela por cortar y confiesa que hay dos figuras políticas de interés mundial que le encantaría perfilar y que se vienen a su mente al momento de la conversación, Vladimir Putin y Hasina Wajed.
Él sigue siendo un periodista tradicional en sus formas, prefiere el lápiz y el bloc para tomar sus apuntes, y aunque le costó un tiempo leer en digital, especialmente largos textos, ha incorporado la tecnología a su día a día.
Su narrativa es dinámica, franca y directa. Un placer escucharle hablar.


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