Cuando tenemos una meta; cuando algo nos hace ilusión y creamos en la mente la imagen de un yo realizado, haciendo o logrando, somos muy claros en cómo luce, cómo se ve y hasta cómo se siente estar ahí.
Sin embargo, cuando la vida nos seduce con el camino para llegar a ese fin deseado, rechazamos de modo categórico ocupar tiempo en ello, simplemente porque ESO que nos está dando el universo no es lo que realmente queremos.
Y resulta que, imaginamos el resultado, pero no los pasos que nos tomará llegar allí. Imaginamos el éxito sin las paradas que debemos hacer para desembarcar en nuestro destino.
Somos ciegos. De tanto pedirlo la vida nos lo da, sólo que no tiene la forma que esperamos.
¡Adivina!, lo que estás recibiendo son las oportunidades para transformate en eso que deseas, para tener eso que anhelas, para ser eso que quieres ser.
Poco a poco, se te presentan personas, situaciones, retos, proyectos, que no son el fin último, pero te ofrecen un escalón para acercarte a la cima.
Saber leer las oportunidades es parte del éxito; saber cómo conectar con otros, hacer equipo. Aunque sea un pequeño encargo hacerlo con ahinco y entrega puede hacer toda la diferencia para propulsarte fuera de tu atmosfera y llevarte a explorar nuevos mundos.
Escuchar, ver la vida a través de las experiencias de otros. Los errores propios, los tropiezos. Atrevernos a hacer lo que nos da miedo, lo que nos saca de nuestra zona de confort, lo que creemos no es para nosotros, lo que nos obliga a aprender nuevas habilidades o refinar aún más las existentes hasta convertirlas en grandes fortalezas.
Hoy quiero que sepas, y me lo digo a mi misma, que la vida no nos pone siempre en bandeja lo que deseamos, sino que nos proporciona los medios para tomarlo con el crédito suficiente para sentirnos orgullosos y merecedores.
Hoy quiero que sepas que nada de lo que se va poniendo en tu camino es cosa del azar, sino una respuesta a tus peticiones para llegar a donde quieres llegar.
Hoy quiero que sepas que no está bien despreciar los pequeños pasos, las pequeñas victorias, porque esas son las que otorgan las más grandes satisfacciones.
Hoy quiero que aprendas a abrir los ojos, a tener una actitud de apertura, a mirar el mundo y las situaciones desde otro angulo, a saber leer las oportunidades.
Piensa dos veces antes de decir que no, piensa dos veces antes de decir «creo que esto no es para mi», piensa dos veces antes de decir «esto no es lo que quiero», más bien pregúntate, de decir que si, ¿cómo me acerca esto a lo que deseo ser, hacer, lograr?
Pero antes debes estar seguro de qué es lo que deseas, porque si no estás listo, no sabrás leer las oportunidades y cualquier camino, cómo Alicia en el Pais de las Maravillas, te resultará correcto.



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