Hay familias que quieren ser felices. Hay familias que creen serlo. Otras solo fingen.
Ana Karenina muestra las dinámicas familiares como parte del centro de la sociedad y presenta el rol de la mujer en ella. Además de dibujar cuestiones como la crianza de los hijos, el divorcio y la infidelidad, la búsqueda de Dios y la felicidad.
Si bien es una novela escrita hace más de cien años, muchos de sus conceptos siguen aún vigentes y pueden revisitarse desde la actualidad.
Un tema que puede encontrarse si ves más allá de la historia, sus temas aristocráticos, políticos y sociales muy de la época, es la salud mental. Muchos sabemos ya, porque después de un siglo es imposible mantener el secreto, el final de Ana y pienso que lo que la lleva allí es parte de eso: cuánto nos tortura la mente, por qué no podemos reconocer lo que hay a nuestro alrededor cómo suficiente para ser felices, por qué necesitamos la aprobación o la afirmación de los demás para sentirnos completos, llenos.
Ana Karenina es un clásico que hay que leer, o escuchar – funciona muy bien con audiolibro por la longitud de la obra. Si no, darse la oportunidad de, al menos, ver la película – que deja muchísimo por fuera, pero puede dar una pincelada de lo principal en la historia.
¿Cómo es tu familia?


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