Hay un potencial oculto,
un potencial que necesita ponerse a la luz,
que debe ser revelado por otros para ser capaces de reconocerlo.
Hay un potencial que siempre ha estado allí,
dormido,
perezoso,
pasando desapercibido,
a veces lo distingues,
pero no te sientes del todo seguro,
no sabes qué tanto puedes hacer con él.
Hay un potencial vivo,
muy dentro de cada uno de nosotros,
que en ocasiones necesita una chispa,
una llama,
una palabra adecuada,
para hacerlo arder,
para calentar el mundo a nuestro alrededor,
y esparcir su calor a otros.
Ese potencial se multiplica,
no se consume,
no se agota,
sino que genera abundancia.
Ese potencial grita,
quiere brotar por entre las hendijas,
quiere salir entre las grietas de nuestra herida autoestima,
de entre rechazos pasados,
de entre miedos estúpidamente infundados.
Ese potencial está allí,
y puedes hacer cuanto te propongas con él.
Ese potencial te hace feliz,
y a otros.
Déjalo salir.
Deja que el mundo lo conozca.
Siente el placer de hacer lo que amas,
y amar lo que haces,
porque lo harás tan bien,
que no querrás parar,
y nunca más te esconderás
detrás del miedo y la cobardía,
de nunca intentar, hacer lo que quieres hacer.
Cuando la vida llegue a su fin,
haber sacado eso de ti,
será la mejor recompensa,
será lo que te haga sentir,
que tu paso por aquí,
nunca fue en vano.
Y alguien, recordará tu nombre,
cómo le hiciste sentir,
porque cuando ese potencial rige nuestra vida,
cambiamos, nosotros,
y cambiamos, a otros,


Deja un comentario