Conocí a Harry Potter

20 años después que Editorial Salamandra obtuviera los derechos para reproducir la obra en castellano, ya adulta, casada, lejos de la infancia y entrada en mis 30s, conocí a Harry Potter, el niño mago amado por el mundo entero, una sensación editorial y cinematográfica a quien no le había dado oportunidad de atraparme, porque rebelde, me negaba a seguir una «moda», a dejarme envolver por una ola enloquecida de fans que viste capas, bufandas y hasta compran varitas mágicas. Y heme aquí, hoy, Julio 2022, el día del cumpleaños de Harry, escribiendo un blog.

La pandemia me regaló un nuevo grupo de amigas, con las que gracias a la virtualidad sacamos adelante un club precioso de lectura, en el cual además de haber leído cerca de veinte libros (novelas, biografías, liderazgo, filosofía y hasta autoayuda), nos recomendamos otros tantos para alargar al lista de pendientes, antojos, y compras compulsivas cuando vamos a la librería.

Una de ellas, adulta, madura… grande, como decimos, habló un día de libros de ficción, un género al que siempre me he negado, porque prefiero las memorias, la historia, epistolar, y cosas reales que me permitan aprender (ignorante que los libros de ficción pudiesen dejarme algo), entre esos mencionó a Harry Potter, unos de sombras, unos de hambre, y unas más de vampiros o fantasmas, no sé. Contó cómo se leyó completa la saga, cómo le encanta y habló maravillas de la autora. Yo sólo me había visto la primera película, y he acompañado a mi esposo a ver Animales Fantásticos, pero sin entender nada, sin saber pronunciar (y todavía me cuesta) los nombres de los personajes, golpeándole la costilla para que me explicara que caranchos es un muggle. ¡Así de perdida estaba!

Al venir este punto, no de un niño, no de un adolescente, no un fan desbocado de la magia, sino de una lectora que considero seria y madura, me inquietó, y me descargué en Kindle La Piedra Filosofal… lo leí en dos días. No hacia más que hablar de ello, me vi la película, me quejé sola por todos los detalles que omite, y corrí a buscarlos todos… ya acabé La Cámara Secreta. Compré la colección completa, de la casa Hufflepuff, tapa dura, ilustrada, edición de aniversario (que saben los lectores es como un lujo, un capricho, un gusto) y planeo leer lo más posible de la saga de aquí a acabar el año. Quiero ver todas las películas, quiero los otros libros, las recetas, los secretos… todos!

Solo puedo decirme a mi misma, «¿Cómo no lo hiciste antes?»

¿Qué he aprendido hasta ahora de leer a Harry Potter?

  • Un buen lector nunca dice nunca. Debemos darle oportunidad, al menos una vez, a un nuevo género, a un nuevo autor. Dejarnos envolver por una nueva historia y descubrir las bellezas que oculta.
  • Un buen lector no juzga a otros lectores por los géneros que elige. Así, sin tanta explicación.
  • La ficción no es sólo un cuento rebuscado, inventado, inverosímil. J.K Rowling es una genia, es una mata de creatividad. Escribir lo que escribe, con tal nivel de detalle, con tanta consistencia, tantos personajes, tan bien creados, un universo entero, es admirable.
  • No hay historias para niños. Creo que más bien nos hacemos como niños, y leer con humildad para dejarse atrapar por toda esa magia entre líneas, curiosos, es lo que nos hace disfrutar los libros.

Que no se acabe el año sin romper uno de esos paradigmas que te has impuesto. Que no se acabe el año sin leer algo que pensaste nunca leerías. Que no se acabe el año sin cambiar de opinión con respecto a una creencia. Que no se acabe el año sin haber disfrutado de un buen libro!

Happy Birthday, Harry!





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