Soy Apasionada

Conozcan a Vanessa Gómez Herrera: como ella misma se define una cartagenera de pura cepa, de padres y abuelos cartageneros, que trabaja con pasión desde los 13 años en medios y comunicación. Te cuento su historia para que aprendamos juntos el poder y la responsabilidad que debemos asumir frente a todo cuanto transmitimos desde nuestros hogares, empleo y comunidad.

Sin alcanzar aún sus 30, Vanessa trabajó durante 14 años en un canal local de la ciudad, ha hecho radio, tiene un postgrado en comunicación, estudios de teatro y oratoria. De lo último, fue ganadora de un concurso internacional. ¿Oratoria? Si, Oratoria es el arte de expresarse con elocuencia ante una determinada audiencia, y no está reservado para figuras públicas únicamente, en algún sentido todos somos oradores, alguno más diestros, otros quizá no tanto.

Cuando hablas con ella su sonrisa transmite pura buena energía y alegría. Salta a la vista que ama lo que hace. Su proyecto COMUNICAR CON PASIÓN ofrece talleres de oratoria para que profesionales de cualquier rama aprendamos el arte de comunicar, saber hablar – y no solo hablar – sino desarrollar confianza y seguridad en nosotros mismos, ponerle un sello a lo que proyectarnos.

Comunicar no es sólo para la gente que vemos en televisión, periodistas o políticos, todos deberíamos desarrollar esta habilidad para lograr transmitir con éxito nuestro conocimiento, plantear argumentos, liderar una discusión fructífera de negocio o influir en otros para promover juntos iniciativas de cambio social.


¿Cómo empezó?

Vanessa recuerda con alegría su niñez, desde sus primeros años la vida le marcaría su vocación. A sus 4 años, no había cepillo ni control remoto que no usara como micrófono. Jugaba frente al abanico a amplificar su voz y a hacer programas de radio.

Recuerda los pregones de su abuelo y las narrativas del Caribe que fueron despertando su oído, aprendió desde niña a contar historias. Su abuelo, quien tenía un puesto de frutas en el mercado, la enseñó a vender y a perder la pena a hablar en público, lo que en palabras refinadas conocemos como miedo escénico.

Se siente orgullosa de sus raíces y su identidad, del camino que ha recorrido para ser quien es y llegar a donde está. Creó su marca personal y refleja los valores de esa cultura cartagenera que no podemos olvidar; se reinventa y adapta a las situaciones cambiantes, es una fiel creyente que, sin perder la esencia, somos seres sin acabar que se transforman constantemente. Su versión actual es espontánea y segura, pero lleva por dentro a esa niña soñadora y apasionada de siempre.


Comunicar en ambientes virtuales

Ayudar a otros a encontrar su potencial desde la comunicación es una de las labores que Vanessa realiza y dada la nueva realidad, la necesidad de transmitir el mensaje a través de pantallas, con nulo contacto social, se ha acentuado, convirtiendo la comunicación en una habilidad mandatoria de nuestro tiempo.

Estar detrás de una computadora no resta importancia a las palabras que usamos, la postura, los gestos, el movimiento de las manos, el tono de voz, «mirar a los ojos»… todo sigue siendo AÚN MÁS importante para transmitir nuestras ideas y mensajes.

Ahora más que nunca se requiere empatía, gestos amables, palabras adecuadas. Comprender las diferencias, evitar la comunicación violenta y los discursos de intolerancia ayudará a que en estos ambientes virtuales se interprete adecuadamente el mensaje y cerremos la distancia que trae consigo la virtualidad.

Si enfocamos nuestra atención en comunicarnos de forma asertiva lograremos cambiar el mundo. En muchas ocasiones se trata más de cómo decimos las cosas y no lo qué decimos, lo que genera conflictos y abre espacio al distanciamiento.

Hoy día todos tenemos poder para comunicar e influir, de informar o desinformar, de ser promotores de cambio positivo o negativo, desde una videoconferencia en el trabajo o un correo electrónico, hasta una llamada de WhatsApp, un tweet o un post en Instagram son vehículos transmisores cada vez con mayor alcance y capacidad de viralidad. Debemos hacernos responsables por cada palabra y su impacto.


Mensaje a las mujeres

Trabajar en la marca personal basada en la diferenciación es la recomendación de Vanessa. Todas somos mujeres, pero cada una tienen una identidad, algo que nos define. Todas somos mujeres pero somos distintas, con cualidades, preparación y perfiles variados. ¿Cómo ganamos seguridad? Pues basándonos en lo que nos hace únicas, incluso cuentan aquellas experiencias de vida que nos han dejado sabores amargos o tristeza, esos momentos negativos que nos hacen vulnerables.

Cuando tomamos nuestro propio YO y lo usamos para construir nuestra marca seremos seguras de nosotras mismas porque reconocemos lo que llevamos dentro y de lo que somos capaces. No tendremos que ajustarnos a ninguna etiqueta ni llenar ningún molde porque la forma la damos nosotras mismas con nuestra esencia, recuerdos, experiencias y capacidades personales. No se trata de llenar una lista de requerimientos dada por otro para destacar, sino aceptarnos y explotar nuestra individualidad.

Encuentra qué te hace diferente y úsalo como trampolín para construir tu marca, eso te hará libre, cuando eres libre eres segura y confías en ti misma. Podrás comunicar con pasión, reinventarte cuando sea necesario, adaptarte y seguir avanzando, conquistando tu propio mundo y escribiendo tu propia historia, una en la que tu eres la protagonista.


Los invito a visitar la pagina de Vanessa http://vanessagomez.co/ y a seguirla en redes sociales, les aseguro que van a aprender muchísimo.





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